lunes, 29 de marzo de 2010
capitulo 44 (y último)
Rosa se sorprende y se asusta al ver en el estado que llega su amado.
--¿¿qué pasó?¿¡qué te hiciste? --dice mirando su cabeza.
--¡¡era un hombre... me iba a casar con un hombre...¡ --atormentado.
Rosa siente compasión por ese hombre. Oscar se da una ducha, está herido pero se siente más relajado. Rosa le ha preparado una infusión.
--gracias... eres muy buena. No me merezco esto...
Rosa le acaricia el pelo:
--¡¡que desastre te hiciste¡¡
--no me importa... --lloroso.
Rosa le toma de la mano:
--ven que te lo arreglao..
Mientras Rosa le arrela el pelo, se lo corta bien éste no puede evitar llorar pensando en Regina. Rosa le muestra un espejo.
--has quedado bien...
Oscar ni se mira. Se cae el espejo. Los dos lo recogen a la vez. Sus labios están tan cerca. Se besan . Rosa se derrite en sus brazos, Oscar es una fiera que necesita un escape a su dolor. Hacen salvajemente el amor. Los dos quedan en la cama, él exhausto. Ella conmocionada. Algo triste. Él la acaricia:
--lo siento, sé que no era lo que esperabas para tu primera vez...
La mira con ternura:
--¿porqué lo hiciste...?¿porque no me paraste?
--no fue para atraparte... fue porque tú lo necesitabas...
--era importante para ti que tu primera vez fuera en la noche de bodaS... Después de tanto esperar. Creo que eras la última virgen. No merecías esto.
--pero no la habrá tal, quise hacerte este regalo. Tranquilo. Puedes olvidarlo.
Rosa sale de la cama envuelta en una sábana. Oscar se siente culpable, le atormenta ver a su lado la mancha de la pureza de su novia, nunca acabó de creer que a su edad la mujer fuera virgen todavía. Salta de la cama totalmente desnudo
--¡¡nos vamos a casar...¡¡
--no...
Él la mira sorprendido:
--¿no quieres...? --agacha la cabeza-- claro te da asco después que yo estuviera con un hombre... --Creo que te he demostrado que no me das asco pero no me amas... –dice mirándolo a los ojos.
Él la besa en las manos:
--¿después de esto me rechazas...?
--no te quiero obligar,
Él se aferra a ella.
--no me obligas... te necesito.
La boda, sin invitados, es en la iglesia de la primera vez. Los dos de calle. Es una boda triste pese a que él quiere disimular. Ella sabe que él se casa con ella por despecho pero no puede renunciar a él. Regina que se ha enterado de esta boda asiste desde un rincón. Justo cuando los novios son declarados marido y mujer el novio la ve. No la mira con rencor, la mira con dolor. Pasa de largo aunque ambos están heridos de muerte. Rosa al lado de su marido no dice nada. Sabe que él nunca la amará como está amando a esa chica.
2 meses después... Oscar va hacia su nueva casa. En el camino ve hablando a Regina con Cristian . Los celos lo atormentan. Se acerca a ellos y sin ser visto los escucha escondido tras un camión.
--gracias por venir... –Cristian.
--No sé para qué vine...
--porque tú amas a mi hermano y yo amo a su mujer...
Regina siente un gran dolor:
--tu hermano me odia...
--No es para menos pero yo sé como lo puedes conquistar...
--¿¿como?
--con celos... ¿porqué no fingimos un romance?¿porqué no les decimos que nos casamos? Así tú te quedas con Oscar y yo con Rosa.
Oscar se muere de la rabia al pensar que su amada pueda aliarse con su hermano en contra de él. --Aunque no lo creas yo era virgen cuando estuve con tu hermano...
--si claro --dice burlón.
--es cierto, tu hermano ha sido el primer hombre en penetrarme...
Esto conmociona mucho a Oscar.
--¡¡eso no me importa¡ --dice Cristian .
--pero a mi sí... No quiero que él piense que soy una perdida que después de acostarme con él me acuesto con su hermano...
--¡¡será de mentira¡
--su desprecio me mata y no quiero que me odie más...
--veo que no lo amas como creía...
--le daría mi vida pero si no me ama....
Regina deja solO a Cristian furioso. Oscar se va. Está conmovido. Por un lado desea volver con Regina y por el otro algo le atormenta:
--¡¡es un hombre...¡
Con esos pensamientos lo recibe Rosa feliz.
--¡¡estoy embarazada...¡¡vamos a ser papás¡
Oscar recibe la noticia como un bálsamo pero en la noche mientras hace el amor con Rosa es el nombre de Regina el que menciona. Rosa se levanta dolida:
--tienes el camino libre... ve con ella...
--No te pienso dejar ni a ti ni a mi hijo...
--No te quiero a mi lado a la fuerza...
--es un hombre... ¿crees que puedo olvidar eso?
--la amas...?
--Es un dolor que me mata... sólo tú y mi hijo me pueden salvar... No me dejes...
Rosa lo va tan frágil que se queda a su lado.
2 años después... Oscar sale de la playa. Un niño pequeño se tira a sus brazos.
--¡¡papá... papá...¡
Oscar lo abraza.
--¡¡ven acá, campeón...¡
Rosa está más allá.
--vamos con mamá...
De repente el destino ha querido que Regina esté en ese mismo lugar. Va al mar. Sus miradas se cruzan. No se habían vuelto a ver. Los ojos de ella están tristes. Va sola. Oscar la mira conmovido y con mucho amor. A Regina le cuesta dejar de mirarlo. Rosa no puede resistir ver como su marido ama a esa mujer que está metiéndose en el agua. Agarra a su hijo, lo deja jugando con la pala y mira seria a su esposa.
--si es tu amor ve con ella --dice sacándose el anillo que solo ella lleva.
Oscar no desea otra cosa pero tiene miedo:
--es un hombre
--no lo es, tú la amas y su cuerpo es el de una mujer .Que no te detengan el que dirán, no serás feliz sin ella...
--¿y nuestro hijo...?
--él siempre será tu hijo, espero contar con tu apoyo...
Oscar la abraza:
--siempre podréis contar conmigo... gracias.
Oscar acaricia la cabeza de su hijo y corre hacia su amada. Regina se ha dado la vuelta porque le atormentaba lo que ve. Oscar se mete en el mar. Se pega a ella. Regina no lo ve pero lo presiente. Se gira. El uno está tan pegado al otro. Tiemblan de amor.
--hola... --él.
--hola...
Se miran con sorpresa. Con emoción.
--tu por aquí...? --le dice Regina fríamente.
Él sonríe. La acaricia y la siente temblar como el primer día:
--no te hagas la dura, te amo... y tú amas...
Hace un momento ese hombre estaba con su esposa y ahora está con ella. Eso lo hace ser distante.
--eres un hombre casado...
--sé que me amas mucho y eso no te importaría... --dice él seductor.
--¿me estás pidiendo que seas mi amante y con tu esposa delante...?
--no, te estoy pidiendo que seas mi mujer...
--y ella...? --dice señalando a Rosa que los mira con pena aunque le alegra que su marido sea feliz.
-- no la amo y lo sabe... soy un hombre libre, libre para ti. Si me aceptas.
--¿vas a renunciar al único hijo que podrás tener...?
--Dario será siempre mi hijo, espero que no te moleste ser la novia de un hombre con un hijo... algún día quiero que conozcas a mi hijo...
--me gustaría mucho pero no me aceptará...
--es muy pequeño... no pasa nada... quien sabe si no le darás algún día un hermanito... existe la adopción...
--¿hablas en serio? --ella incrédula.
--nunca debí rechazarte...
él la mira con ternura. La acaricia. Ella vive un sueño.
--no tendrías ese bebé tan hermoso...
Se sonríen. Se besan. Los dos miran como Rosa se aleja con el bebé. Rosa los saluda y ellos responden. Rosa abandona la playa con su hijo. Cristian , siempre pendiente de ella sale a su encuentro. Se miran con intensidad.
--¿te ayudo?
Los dos se sonríen. Cristian está seguro que ahora ha llegado su oportunidad.
Tomados de la mano Regina y Oscar pasean por la playa hablando de su futuro.
-no podemos recuperar el tiempo perdido pero si podemos volver a empezar aunque no te prometo nada... yo te amo pero esto no es fácil para mi.
--yo te voy a demostraré que en el amor solo el amor importa...
--gracias por amarme de esta manera...
Los dos se paran, frente a frente. El uno en brazos del otro. Ella le acaricia su pelo muy corto. Él sonríe.
--ya no te gusto...? --pregunta coqueto.
--claro que si...
--ya no soy tu chico de los rizos... --dice él tierno.
--pero eres mi chico... mi amor... el amor de mi vida...
Se besan apasionadamente con el mar como testigos. Luego él la toma en brazos. La tira al agua y se tira con él. Ambos juegan y nadan mientras disfrutan de su amor, de esa nueva oportunidad que tienen de ser felices que ninguno de los dos piensa dejar escapar.
FIN.
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