lunes, 29 de marzo de 2010

capitulo 30





Felipe desea hacer el amor con Regina, está sobre ella y empieza a tocarla. Ella le da un empujón.
--¡¡no¡
Y salta de la cama. Felipe habría jurado que ella lo deseaba tanto como él. Está frustrado y armado.
--¿¿qué te pasa??
--¿no vas muy rápido?
Felipe la mira sorprendido:
--voy a tu misma velocidad... ¿¿qué es lo que pasa? ¡¡no me dejes así¡
Ese cuerpo desnudo y preparado para hacer el amor la llama. Regina no se puede resistir a comer de esa caramelito. Se sienta al lado de él, le acaricia el pecho, lo empieza a masturbar:
--es que me gusta ser yo la que domine...
Él jadea:
--bien... bien... ¡¡sacate la ropa y vamos a tu ritmo¡¡
Ella se le pone entre las piernas:
--lo hacemos a mi modo...
Felipe desea y necesita ese polvo.
--¡¡como quieras...¡
--no te muevas, no hagas nada... Deja que yo lo haga todo... luego haces conmigo lo que quieras...
--de acuerdo...
Regina come ese miembro con rapidez, quiere acabar rápido. No quiere volver a su país sin volver a beber de un hombre. Sin probar el esperma de Felipe. Éste empieza a jadear con más fuerza. Trata de sacársela de la boca pero Regina la tiene muy fuerte.
--ya no aguanto... si espero más ya no podré usarla en un rato...
Ella la aguanta con las manos para que él no la quite, la chupa en la cabecita con la lengua muy rápidamente. Sin soltar ese miembro que la tiene enloquecida Regina dice:
--tenemos toda la noche..
--seguro...? No me dejes con las ganas --jadea él.
--si luego...
Un gemido de Felipe le sigue a una explosión que ella saborea bien a gusto. Él se queda en la cama retorciéndose de placer. Muy cariñoso le dice:
--mientras esperamos a que me recupere ¿porque no me haces un striptease?
Regina se levanta de prisa. Él la mira excitada. A ella le ha gustado compartir ese noche con él pero no necesita más. No le cuesta poner punto y final. Le tira la ropa.
--No, vete...
Él la mira conmocionado:
--¿es una broma?
--No, quiero que te vayas...
Él la mira desconcertado:
--¿fue algo que yo hice?
--No eres muy lindo y siempre te recordaré, cuando vea la tele pensaré que estuvimos juntos...
Él la acaricia:
--tú me deseas como a mí... ¿No será más bonito si hacemos el amor?
--No, yo no soy una perdida...
Felipe se acaricia el pelo ansioso:
--¡¡yo no he dicho que lo seas¡
--Felipe, hazme caso... Vete. Dejame sola esta noche...
Él la mira decepcionado:
--No sé porque me haces esto pero no te pienso rogar.
Ella le ruega.
--Vete...
Ella lo mira con deseo mientras se viste.
--no podemos hablar de esto? --pregunta él mientras se abrocha los pantalones y se sube la cremallera.
--No. Vete.
--¿nos vemos mañana?
--como quieras...
Él la besa. Con la mirada le suplica que le deje pasar la noche con ella. Ella se da la vuelta. No quiere que la mirada de él la haga dudar. Piensa que si fuera mujer tampoco quería hacer el amor con él, que no querría vivir su primera vez con él. No puede evitar pensar en Óscar. Regina lo ve abriendo la puerta y no no se espera. Sale a la terraza. Mira el cielo:
--¿¿donde estás amor? --pregunta pensando en los momentos que ha vivido con su chico de los rizos.


Óscar está en bóxers en el comedor. Mira la ventana. No se puede sacar de la cabeza a Regina.
--¿¿qué será de ella?
Tiene ganas de probar si volvió, preguntarle a Kyra. Las palabras de Kyra diciendo que Regina lo ama le emocionan pero también lo paralizan. Tiene miedo a ilusionarla y que luego no puede amarla como ella lo ama a él.
--primero tengo que dejar a Rosa...
Aunque siente un cariño muy grande por Rosa y no cree que pueda dejarla. Además algo le angustia:
--¿y si me olvidó y si Regina tiene a otro?

Felipe se da por vencido aunque no del todo. Algo no le cuadra y no tiene ganas de quedarse sin polvo. Aprovechando que Regina está en la terraza dice:
--¡¡nos vemos mañana¡
Y cierra la puerta pero él se esconde debajo de la cama. Regina entra en el cuarto. Aún huele a Felipe aunque no lo ama le ha gustado compartir ese momento con él.
--ya pasó... ya fue feliz... viví un momento lindo con él... Debo volver a mi mundo... No es esto lo que quiero...
Aunque Felipe ha hecho aparcar su dolor no puede evitar sufrir al pensar en Óscar. Se quiere dar una ducha. Se va desnudando. Felipe debajo de la cama ve como cae la ropa. Como mínimo no se quedará con las ganas de verla desnuda, piensa que es algo que se merece. De repente se le hiele la sangra al ver caer los falsos senos de Regina.
--¿¿qué es esto?
Con el sostén en la mano sale de debajo de la cama. Tiene ante él a Regina, más bien a Álvaro con las bragas en los pies. Felipe se queda clavado al ver la desnudez de la mujer con la que se quería acostar. Si no supiera que están solos, si Álvaro no tuviera aún la cara de Regina con peluca y todo no se lo creería. Álvaro se siente muy avergonzado de estar desnudo ante Felipe. Se tapa sus genitales con la peluca. Felipe está en shock. No puede decir nada. Álvaro está asustado, teme la reacción de él.
--¿ahora entiendes porque no podía hacer el amor contigo?
Felipe se sienta en la cama, no puede creer que haya estado a punto de acostarse con un tío. Álvaro agarra el vestido y se lo pone en la cintura. No soporta la mirada de repulsión de Felipe. No le gusta que lo haya visto desnudo, su cuerpo desnudo no es algo de lo que se sienta orgulloso. Felipe está pálido. No dice nada. Álvaro se acerca a él preocupado:
--¡¡te juro que no te quería lastimar...¡¡ ¡¡todas las cosas que te dije eran verdad¡¡ ¡¡soñaba con este momento y solo como Regina podía vivirlo¡¡ ¡¡hubiera desaparecido de tu vida esta misma noche y jamás habrías sabido la verdad...¡¡
Felipe está tan horrorizado que no es capaz de decir nada. Álvaro se le va acercando.
--di algo, por favor. Di que me entiendes. Estaba cansada de ver pasar la vida sin poder acceder a los hombres que a mí me gustan...
Álvaro siente pena de ese chico. No quiere nada con él pero le ha aportado muchas cosas y no quería causarle dolor. Lo va a tocar pero Felipe se levanta y muy agresivo dice:
--¡¡no me toques¡¡ ¡me das asco...¡¡ ¡¡¡debería matarte¡¡
en los ojos de Felipe hay un gran dolor. Álvaro espera con miedo su reacción.

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