jueves, 25 de marzo de 2010

capitulo 24



Felipe y Nicolás siguen hablando. Felipe algo triste.
--es que ya hacía tanto tiempo que no estaba con otra mujer... No sé si mi cuerpo se podrá acostumbrar a otro...
--No seas exagerado que sólo fueron unos meses, pero claro como antes nada... ahora tu cuerpo extraño no echar un polvo todos los días pero esto va a cambiar, al menos esta noche sí...
--es que ya se me ha olvidado lo que hay que hacer para acercarse a una mujer --dice él con timidez.
Nicolás se le ríe:
--¿¿qué decís tarado? tú nunca has sabido como acercarse a una mujer...
--bueno, es que no sé que decir nada...
--y teniendo en cuenta que cuando te ponés nervioso sólo dices boludeces mejor que no digas nada... tú quedate quieto y deja que alguna te ataque o sino deja al experto en acción...
Felipe va a su armario en dónde tiene una colección de boxers. Va agarrar uno.
--¿¡dónde vas con eso?¡ ¡¡la mina se va a reir y no va a poder hacer nada...¡
Felipe mira el calzoncillo que tiene en la mano:
--¿qué le pasa?¡a mí me gusta¡
--si pero se trata de seducir, no de que se distraiga viendo esos dibujitos... tú que presumes de tus 100 boxers...
--103 --lo interrumpe Felipe.
--lo que sea... No tienes ninguno decente?
--todos están recopados...
--sí pero para un niño... tú tienes que llevar de hombre, como los míos...
Nicolás se iba a desabrochar los pantalones pero Felipe lo para:
--ya me los has enseñado muchas veces... yo soy así y no pienso cambiar... --dice Felipe poniéndose un boxer con el dibujo de un conejito.
--así no sé donde vamos a encontrar una loca que se enamore de ti...
Felipe sonríe con ternura:
--en algún lugar del mundo debe estar la que dicen que es mi media naranja...

En el otro lado del océano, está una gordita de su edad. Está mirando fotos en internet de Felipe. Se podría pasar horas mirando sus fotos.
--¡¡como me gusta¡
Mira sus fotos, entra en todas sus webs. Otra chica de su edad pero con un cuerpo espectacular:
--ya, te más a dañar la vista, Feli ...
Y Feli no despega sus ojos de esas fotazos:
--¡¡es que este chico está espectacular¡¡ ¡¡no me digas que no?¡ Además casi nos llamamos igual...
--pero no es real, tú jamás vas a tener ningún tipo de contacto con él...
--le he escrito miles de cartas y algún día espero poder conocerlo... Dicen que es posible que venga a España a promocionar la novela
--¿y qué crees que se va enamorar de ti?
Feli pone rostro de amargura:
--no, yo sé que nunca un hombre se va a enamorar de mí... que soy fea y gorda...
La otra le pone las manos en los hombros:
--no quise decir eso, digo que su novela es para adolescentes... Va a tener a todas las niñas detrás de él y seguro que va a preferir una jovencita a nosotros...
--tú sí que le gustarías... Aunque ahora la que mola es "alocado" la otra también está bien y era para adultos...
--me la perdí...
--¡¡no aquella en la que siempre salía desnudo...¡
--tienes razón... lo recuerdo que me lo enseñaste... fue tu primer hombre desnudo... ¿no?
Ana se ríe de su amiga aunque de cariño. Feli suspira.
--es el hombre que cualquier mujer quiere tener. Él podría dar sentido a mi nombre... Felicidad... ¿no es triste que me llame así y sea una amargada?
--porque tú quieres... Aunque gordita eres linda... Puedes tener los chicos que quieras...
Feli mira la foto de él:
--¿¿crees que lo pueda tener a él?
-- yo lo que quiero decir es que te tienes que enamorar de alguien real... yo conozco a algunos amigos que te podrían hacer el favor...
Feli se levanta del ordenador:
--¡¡ya, Ana, no me vengas con esas cochinadas¡
--es que hacer el amor te sentará de bien...
--¡¡es que un chico va a creer que soy tonta por ser virgen a los 23 años...¡¡¡además, ya que esperé tanto prefiero esperar...¡
--esperar que...
--Mírame... me da vergüenza desnudarme ante un hombre, se va a reir de mí y más cuando sepa que soy virgen... No... espero algún día conocer a alguien que no le importe nada, que me ame más allá de todo...
Con un poco de burla dice:
--¿tu Felipe?
--claro que no... él es casi como Dios. Jamás un hombre así se fijaría en mí... en ti sí pero en mí no...
--te lo regalo, demasiado niño para mí...
--eso es porque no lo conoces...
--ni tú...
--he leído mucho de él, es tan hombre, tan varonil...
--bueno, ya. No hablábamos de él sino de tu molestosa virginidad...
--ya hemos tocado este tema miles de veces y no... Antes a lo mejor pero ahora no... ya que esperé tanto... Además, no quiero que me vuelvan a humillar...
Por el rostro de la gordita deslizan algunas lágrimas:
--¿otra vez pensando en el imbécil de tu primo Ramiro?¿es que aún te gusta?
--¡¡no, es un asqueroso¡
--pues bien que te gustó chupársela...
Feli se escandaliza, se avergüenza de su pasado. Ana se le ríe:
--por favor, tenías 14 años y total no pasó nada unas cuantas mamaditas y ya está...
--decíselo a mi mamá... cuando nos vio a los dos desnudos... ¡¡me trató tan feo... y luego encima descubrí que para él yo era apuesta, que se había apostado con sus amigos que se iba a estrenar con la gorda de su prima¡
--ahora se ha puesto bien guapo... ¿seguro que no te gusta?
A pesar de los años, su primo la humilló. Su madre la hizo sentir una cualquiera y eso es algo que no puede olvidar, que le da miedo. Sólo Felipe le podría hacer olvidar ese miedo.

Felipe y Nicolás están en el boliche de moda. Nicolás enseguida conoce una chica y se va con ella. Felipe se queda solo. Va mirando a las muchachas lindas que encuentra. Le gustaría poder acercarse a alguna de ellas pero no se atreve. Alguno lo mira, es otra indecisa que espera que sea él quien se le acerque. Felipe se da cuenta.
--¡¡tengo que poder... no soy un adolescente... no me puedo comportar como un tonto¡¡ --dice para sí.
El guapo chico es muy tímido y le da mucha vergüenza lo que va a hacer pero se traga su timidez y se acerca a la joven. Ésta suspira fascinada. Le ha gustado mucho ese chico y haría lo que él le pidiera lo que pasa es que es también muy tímida y Felipe tendría que hacerlo todo. Se hace un silencio. Felipe no sabe qué decir. Está muy nervioso. Ríe. Esa sonrisa a ella le encanta pero cuando llevan 5 minutos así la chica está empezando a pensar que es un tarado. Él trata de controlar sus nervios, rompe el silencio. Lo primero que le viene a la cabeza es:
--¿Fumás?
Lo ha dicho muy de golpe. Con muchos nervios. Ella lo mira decepciona:
--¡¡no y no soporto la gente que fuma¡¡
Felipe se da cuenta de la metida de pata tan grande que ha hecho:
--es que yo tampoco fumo...
La chica lo mira sorprendido:
--¿¿y para qué me preguntas?
Felipe balbucea:
--bueno es que yo... no sé...
La chica ha perdido la paciencia. Se aleja.
--¡¡no, espera... no te vayas...¡¡
La chica desaparece entre la gente. Felipe se golpea la cabeza:
--¡¡tarado... tarado¡¡ ¡¡no servís para nada, sólo decís boludeces¡¡
Su amigo Nicolás está besándose a una chica que recién no conocía. Siente envidia.
--¿¿porqué yo no puedo ser como él?¡

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