lunes, 29 de marzo de 2010

capitulo 27


Álvaro, convertido en Regina, cree que está soñando. No puede creer que tenga a Felipe delante de ella y que además la esté tratando con tanta familiaridad. Felipe ha quedado impresionado ante los encantados de Regina, está totalmente seducido. Además le gusta sentirse tan deseado como se está sintiendo. Los dos están muy excitados. Los dos se atraen. Álvaro sabe del poder que Regina ha ejercido sobre los hombres. Felipe no ha sido una excepción. Ella lo deseaba, lo esperaba aunque en el fondo de su corazón no esperaba tener tanta suerte. Él siente deseo de acariciarla, de estrecharla entre sus brazos. Nunca se había sentido tan atraído hacia una mujer que recién conoce. Ni sospecha que es un hombre, que detrás de esa mujer que tanto le ha gustado hay un tipo muy tímido que se muere de amor por él. Felipe tiene que hacer un gran esfuerzo para no dejarse llevar. Por sus cartas sabe que Feli es una mujer sensible y no cree que le guste que él se deje llevar por las hormonas.
--eres tal y como me imaginé... --dice él.
Álvaro piensa en si debe seguir con la mentira. Tiene miedo que si le saca de su error se acabe el encanta, se le borre a él esa sonrisa de los labios. Dudas por unos segundos.
--¿te ocurre algo? --pregunta él extrañado por el silencio.
Regina se muestra coqueta:
--tú en cambio eres mucho más guapo que en la tele y en las fotos y mira que se te ve guapo a rabiar pero ahora... guau...
Ella se muestra cachondo, le acaricia el pecho coqueta. Él traga saliva. Está muy nervioso:
--¿porqué no vamos a un lugar a hablar a solas?
Álvaro está feliz:
--¡¡sí, sí...¡
Felipe se dirige a la recepcionista:
--yo me ocupo...
Felipe se dirige a Regina:
--tenemos asientes reservados a invitados especiales y como no... tú eres uno de ellos.
Regina suspira:
--gracias...
--espero que te guste la obra...
--seguro que sí...
Felipe la acompaña a su camerino. Álvaro lo mira todo con los ojos bien abiertos.
--esto tiene que ser mentira, un sueño...
Felipe acaricia con disimulo la mano de esa mujer tan explosiva. Los dos se estremecen.
--es verdad... estás conmigo... --Felipe sonríe con nerviosismo-- has hecho un viaje muy largo para verme, debes estar muy cansada...
--tienes razón, estoy muerta... llegué hoy y aunque quería esperar es que no podía... no sabías la ilusión que tenía en venir a verte... Era un sueño que no estaba segura poder realizar...
Felipe está desbordado. Sonríe mucho y eso tiene a Regina a sus pies:
--pues muchas gracias, la verdad es que nunca nadie había hecho nada tan grande por mí...
Los dos se sonríen mucho. El deseo de los dos es demasiado grande y Regina tiene miedo a que Felipe vaya demasiado deprisa porque a ella le gustaría hacer el amor con él y siente que él es lo que quería, que de por ellos lo harían en ese mismo momento pero sabe que bajo ningún concepto puede hacer nada por lo que se tenga que sacar la ropa, que la gracia de su engaño es atrasar al máximo ese momento...
--gracias a ti por hacerme tan feliz con tu trabajo...
--para eso estamos... Yo feliz que te guste mi trabajo...
Álvaro va mirando el lugar:
--no me puedo creer que esté en tu camerino, cada día tu personaje me hacía soñar y estar aquí...
Álvaro está feliz, Felipe sonríe. Le gusta sentirse admirado. Deseado. Regina mira fijamente a Felipe:
--pellízcame...
Felipe se ríe:
--¿¿cómo??
Regina lo mira con intensidad:
--es que quiero estar segura que esto es real...
Felipe la mira fascinado. Sentía algo especial por las cartas que le escribía Feli , él está seguro que es la mujer que tiene delante y es por eso que no le extraña que se sienta tan atraído por ella. Le pellizca divertido. Ella se queja.
--¡¡no tan fuerte¡¡
--¡¡has sido tú la que me lo has pedido¡¡
--si pero más suave...
Los dos están muy contentos de haberse conocido. Él sonríe, le acaricia el pelo:
--Eres tan especial... Yo...
Los dos se miran con intensidad. Los dos desean besarse pero él no se atreve y ella no quiere ir tan rápido, necesita ir despacio para aprovechar el tiempo al máximo.
--sabía que tenías que tener así...
--bueno, creo que te tengo que aclarar una cosa...
--sí dime lo que quieras...
--me llamo Regina...
--¿¡cómo?
Aunque tiene miedo de que se enoje, ella siente que le gusta y no quiere engañarlo también haciéndose pasar por otra:
--que yo no te escribí cartas... supongo que tienes que tener miles de fans en todo el mundo...
Felipe se queda un poco decepcionado y a ella le asusta que se aparte de ella.
--perdona... que papelón... es que te vi tan especial... que pensé...
Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡que tarado...¡¿¿qué pensarás de mí?¡
Regina lo acaricia feliz:
--que eres el mejor hombre del mundo...
--No tanto... te confundí con otra... perdoná...
--me imagino que habrá millones de chica que te escriben diciendo que darían la vida por ti pero una cosa es escribirlo, eso es muy fácil y otra es hacer algo especial por ti...
Felipe sonríe:
--como tú, ¿no?
--estas enfadado conmigo por no haberte aclarado las cosas?
Regina tiene un poco de miedo, la sonrisa de él le indica que no:
--nunca podría enfadarme de ti...
Felipe acerca sus labios a los de la mujer. Desea besarlo y Regina cierra los ojos porque ese es el beso más especial de su vida pero todo está pasando demasiado deprisa y Felipe tiene miedo de decepcionar a la mujer, que piense que es un ser depravado y que la asusta. ASí que la besa en la mejilla, cerca del labio. Aunque Álvaro esperaba un beso en los labios, ese beso tan dulce la ha llenado de dicha. Felipe la trata con mucho cariño:
--yo ahora me tengo que cambiar para la obra, ¿me esperas luego?
Regina suspira fascinada. Está encantada. Feliz dice:
--¡¡si, claro¡
Felipe sonríe:
--podemos ir a un boliche...
--Un boliche es como una discoteca no?
--sí, así es... ¿te vienes?
--¿y después de trabajar tienes ganas de fiesta?
--si es contigo sí...
Los dos se miran con intensidad. Regina se va y lo deja solo. Se queda un rato tras la puerta. Está feliz. Le gustaría tanto verlo desnudo. ¡¡pero lo verá en el escenario¡ Felipe se queda en boxer. Lleva una sonrisa de oreja a oreja:
--Ella es la mujer que he estado esperando... lo sé --dice entusiasmado.

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