martes, 23 de marzo de 2010

capitulo 3





Flor está feliz siendo acariciada con Ramiro que la mira con deseo. Le gusta esa mujer, bajo ningún momento sospecha que es en realidad un hombre. Álvaro desearía hacer el amor con ese hombre... Ramiro es muy guapo, es lo que siempre soñó para su primera vez. Lee el deseo en los ojos de Ramiro y le parece poco menos que un milagro. Está segura que por él harían el amor en ese mismo instante y lamenta no ser mujer para olvidarse de todo y entregarse a la pasión. Ramiro es muy cariñoso, le toca el pelo. Ella suspira, él la mira con cara de depravado...
--te invitaría a subir a mi casa pero a mis viejos no le gustaría...
--si me dejas un celular llamo para que me vengan a buscar...
--¿porque? yo te llevo a casa...
Los dos se miran excitados, Álvaro salta de una pata era eso lo que quería.
--si no es molestia... --dice él seductor.
Ramiro está muy cachondo y no menos que Álvaro. Las intenciones del guapo son en realidad las mismas que las de Álvaro aunque no sabe que sus instintos no se verán cumplidos y no porque esa mujer que tanto le gusta y ella tanto lo deseo no quiera sino porque no es una mujer.
--Soy Ramiro... --dice él muy coqueto mientras la besa muy cerca del labio y le guiña el ojo.
La mujer tiembla y es que es el momento de placer más grande que ha compartido con un tío bueno, nunca había compartido nada con un hombre como ese tan guapo que tiene delante. Flor suspira fascinada.
--Regina... Me llamo Regina...
Él la acaricia, ella jadea:
--Regina... lindo nombre... tan bello como tú --dice él en plan galán.
Ella está muy nerviosa, a él le excitan sus nervios. También el deseo tan fuerte de ella hacia él. La mira seductora de Ramiro la derrite, se echaría en sus brazos de una forma inmediata. Nunca pensó que un chico tan guapo sería así con ella.
--espérame abajo... subo al perro y bajo en seguida...
--si claro... no me pienso mover de aquí...
Ramiro se va deprisa. Le encanta su culito, pequeño pero le fascinan las arruguitas que se le hacen. Está como loca de clavarle las uñas. Ramiro se gira para guiñarle el ojo. Ella jadea de deseo.
--espérame --le dice él.
Ella no dice nada, desea devorarlo. Siente que si no lo tiene pronto se va a volver loca.
Ramiro sube las escaleras de 4 en cuatro. Está ya ansioso de disparar.
--está más caliente que yo que es ya un decir... ¡¡hoy mojo, vaya que mojo¡¡ --dice él.
El chico sube a su casa muy contento. Kyra sale de su escondite y se acerca a su amiga:
--¡¡ya la hiciste maricona¡¡ ¡¡¡la hiciste¡
--¡¡vete, vete...¡¡ ¡¡qué te va a ver¡¡
--¡¡que buena mamada le vas a hacer¡¡
--¿tu crees?
--¡¡claro... tiene la palabra polvo escrita en la cara...¡¡ ¡¡ojo que está muy cachondo...¡¡¡ ¡¡ya te dije yo que con lo bonita que eres te podrías levantar a cualquier macizo...¡
Álvaro se agarra el paquete frustrado:
--si pero cuando vea esto...
--¡¡no seas guarra... eso no se toca...¡¡
--A mi me gustaría que un hombre guapo me amara con todo...
--¡¡pero este no¡¡ ¡¡este quiere a una mujer así que vete con ojo... cómele lo que puedas... controla la situación, toca tú todo... ¡¡él no¡¡
Álvaro está muy ansioso:
--¡¡venga, vete...¡
--¡¡ya, ya me voy¡¡¿¿y de dónde has sacado lo de Regina?
--de una telenovela...
Kyra se le ríe pero se va:
--mañana quiero todos los detalles...
--espero que haya mucho que contar...
Las dos amigas se miran con complicidad. Kyra se esconde justo en el momento en el que sale Ramiro. Cansado, con la respiración acelerada por lo mucho que ha corrido. A ella le sorprende lo pronto que llega.
--¿he tardado mucho? --dice él muy simpático.
--No, nada...
--vamos?
Él la conduce hacia el auto, es muy galán con ella. El olor de él la embriaga, está loco por él.
--aquí es...
Ramiro le abre la puerta del auto, Regina no se puede controlar y le pellizca todo el culo. Ramiro la mira, sonríe. Le guiña el ojo. Ella suspira. Entran los dos. Ambos estan a mil.
--¿y bien?¿dónde vamos?
--dónde tu quieras... --dice Álvaro.
Ramiro sonríe muy seductor:
--¿no se supone que vamos para tu casa?
--si claro... --dice Álvaro nervioso-- por allá...
A los dos le excita mucho la cercanía del otro.
--gracias no tengo como pagar este favor...
él la mira con cara de depravado.
--sé de algo... me llevas a tu casa... --dice él poniéndole la mano en el muslo.
Ella le quita la mano con miedo, algo que le sorprende a él.
--¿qué ocurre?
--no vivo sola...
Él la mira coqueto:
--que pena... --le vuelve a poner la mano en la pierna y va subiendo por debajo de la pierna-- aquí hay lugares en los que nos podemos pasar muy bien...
Regina le golpea la mano.
--¿¿qué te pasa? ¿creí que era esto lo que te buscabas? –se queja él.
Aprovechando que están en un semáforo ella le dice:
--No, lo que quiero es esto...
Le pone las manos en las mejillas y le come los labios. Es un beso torpe, casi lo ahoga. Él la va guiando. Se separan sofocados. Él resopla:
--carajo... casi me matas... parecía tu primer beso --dice divertido.
Ella está sofocada y feliz porque ha sido su primer beso. Él sorprendido por la torpeza y que casi lo ahoga.
--es que hace mucho que no estaba con un hombre...
--se nota... Yo te puedo dar lo que buscas...
Él le quiere tocar los senos pero ella lo golpea:
--No... prefiero comenzar yo...
Ramiro sonríe, aparca el coche en una calle oscura. Ella está muy ansiosa. Lo desea y no sabe qué logrará con él, hasta donde podrá gozar de ese chico tan guapo sin que se descubra su secreto.
--soy todo tuyo... haz conmigo lo que quieras...
Ella no se lo piensa, se le pone en la entrepierna. Casi le arranca el botón de la cremallera. El arma está muy grande y ella se la mete entera. Se la traga con agresividad. Él jadea:
--tranquila... que no es de goma...
Ella la muerde, la araña, es su sueño hecho realidad... El goza de esa mamada que tanto disfrutan los dos. No imagina que es un hombre quien le está haciendo ese trabajo que tanto le gusta. Le muerde la punta, le chupa y le acaricia los testículos... Mientras le acaricia la cabeza. Cuando mejor estaba disfrutando la mujer, Ramiro aparta esa cabeza de su arma pese a que ella se aferra a ella como si fuera su tesoro.
--¡¡no...¡¡¡¡no... ahora no¡¡ ¡¡quiero beber tu leche¡
Él sonríe, le gusta que esté tan cachonda:
--ahora me toca a mí... vamos a hacerlo... --dice él tratando de meterle la mano bajo el vestido.
Regina tiene miedo está a mil y no puede creer que no pueda acabar lo que empezó. Con lo bien que estaba saliendo todo, ya se conformaba por comer el fruto de ese chico tan guapo.

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