lunes, 29 de marzo de 2010

capitulo 28




Regina sale un poco decepcionada de la obra de teatro ya que no ha podido ver desnudo a Felipe tal y como deseaba pero se siente viva, feliz.
--¡¡le gusto, le gusto¡
Aunque siente algo de miedo la posibilidad de que pase algo entre ellos la excita mucho. Se queda esperando, piensa en que no han quedado en nada.
--¿¿y si se le olvidó?
De repente la posibilidad que Felipe la deje plantada la tiene triste, le gusta Felipe. Verlo en la tele y luego tenerlo delante de ella... Después de tantos meses de soledad y de angustia deseaba vivir un momento bonito, un momento mágico y Felipe es el candidato ideal. Mientras va pensando en estas cosas alguien le pone una rosa delante, ella se gira y se encuentra con la sonrisa seductora de Felipe.
--vamos hermosa...
Los dos se sonríen.
--vamos,
Felipe está muy nervioso pero el deseo que ve en los ojos de Regina lo animan, el que una mujer se haya desplazado a cientos de kilómetros lo tiene muy seguro.
--¿te gusto la obra?
Ella lo mira fascinada:
--claro, salías tú...
Se acercan al coche de él, él le habla la puerta muy caballerosamente. Él va a conducir, es muy dulce. Ella se siente como una princesa.
--¿donde vamos?
--No sé... es tu país...
--¿nunca has estado en Argentina?
Ella lo mira coqueta:
--pero siempre me encantó el acento argentino y mi abuela en mi infancia me preparaba dulce de leche...
--¿en serio?
--sí...
--Si quieres te llevo a mi restaurante favorito para que cenemos aunque no te garantizo que la prensa mañana diga que eres mi novia...
Regina se pone pálida.
--¿¿tu novia?
Felipe sonríe tímido:
--así son las cosas...
--Bueno la verdad es que yo quiero pasar un rato pero salir en la prensa, no...
--¿y entonces? --dice él triste.
Ella lo mira coqueta.
--¿te pareceré muy descarada si te invito a mi habitación de hotel?
Él tose, desea hacer el amor con esa mujer tan bella aunque no creía que tuviera tanta suerte.
--¿a tu hotel?
--si bueno, hay podemos cenar tranquilos...
--si claro, cenar...
Los dos se devoran con la mirada. Él le guiña el ojo con una sonrisa tímida. Van hablando de todo y de nada. Ella no quiere que le haga preguntas, no deja de preguntarle por la novela, por los actores. Felipe le va contando algunas anécdotas. Regina también tiene interés en saber de la vida sexual amorosa de Felipe.
--supongo que habrás tenido muchas novias aunque digas lo contraria...
--No la verdad es que soy muy torpe con las mujeres...
--¡¡no te creo nada...¡¡ ¡¡tienes que ser tremendo mujeriego...¡
--Soy muy tímido...
--pues conmigo no...
--Porqué tú me gustas mucho...
--¿en serio?
Sus labios se desean.
--si no manejara me gustaría besarte... ¿te molestaría?
Ella lo mira y se estremece.
--¿y qué hay de ti? ¿no tienes novio?
--No.
--pero habrás tenido muchos...
--Importantes un par pero dudaron poco...
--¿te partieron el corazón? En el fondo de tus ojos veo dolor...
Con un poco de amargura, una herida anestesiada pero no cerrada dice:
--amé mucho a un hombre, pero no puede ser...
--¿porqué?¿qué pasó?
Ya han parado el auto.
--No quiero hablar de mi --dice ella acariciándole su cabello-- ¿puedo hacer una pequeña travesura?
Felipe gime, las caricias de esa mujer lo excitan mucho.
--puedes hacer conmigo lo que quieras --jadea él.
A ella le excita el deseo de él, que le dé total dominio sobre su cuerpo.
--Me gustas mucho, en los malos momentos tú me has devuelto a la vida...
--me alegro que mi trabajo te haga tanto bien...
Los dos acercan sus labios, vibran. Están deseando besar. Ella acaricia los labios de él:
--contigo quiero olvidar, quiero vivir un momento de dulzura que borre tanto dolor.
--Nada me gustaría más que tener un ladito en tu corazón...
La pareja se funde en un caloroso beso de fuego.

Óscar está dormido. Se despierta sofocado.
--¡¡Regina¡¡
El chico de los rizos se acaricia su melena. Siente una gran angustia. No entiende porqué y tampoco porque ha dicho el nombre de Regina. Se repente se acaricia los labios pensando en los besos de Regina.
--¿qué estarás haciendo ahora?¿qué?
Siente celos de pensar que está en brazos de otro hombre.
--me quería tanto... No pudo olvidarme tan pronto... aunque era tan apasionada... Yo no le supe dar lo que quería... No pude corresponder a su amor... Si te hubiera conocido antes...







Felipe y Regina se besan y se besan hasta que oyen los desesperados claxon de los coches de atrás. Gritos de:
--¡¡váyanse a un motel y dejen de molestar¡¡
La pareja se separa, se sonríe. Se miran con timidez. Él empieza a conducir, le guiña el ojo. Regina está feliz con el sabor de los labios de ese actor que ha seguido durante los últimos meses en sus labios. Se siente como en un sueño del que sabe que va a despertar pronto y es lo que quiere, despertar pero con un muy buen sabor de boca.

Óscar está muy sofocado. Se levanta, se sube un poco los bóxers. Va a la cocina a beber un poco de leche. Cristian , también en bóxers, se acerca a él.
--¿te ocurre algo?
--No, nada, Cristian . No te preocupes.
--Me pareció oír gritar... ¿tenías una pesadilla?
Óscar bebe la leche directamente de la botella. Cristian se sienta en la silla.
--¿no me quieres contar? Estás muy raro últimamente... ¿las cosas no van bien con Rosa?
Óscar se sienta al lado de su hermano. Le toca el muslo fraternalmente.
--en realidad no sé lo que me pasa...
--si me cuentas tal vez te pueda ayudar...
Óscar lo mira con cariño:
--¿y desde cuando los hermanos menores ayudan a los pequeños?
--tenemos casi la misma edad...
Óscar le sonríe con tristeza:
--es que ni yo mismo sé lo que me pasa...
--¿porque te despertaste?
Óscar se pone la mano en el pecho:
--Porque siento una gran angustia porque perdí a alguien que me quiso mucho, aunque ya han pasado 6 meses no la he podido olvidar... Hoy me desperté nombrándola a ella... Y siento raro... siento algo que no me gusta...

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